Cuál es el significado de la Navidad
Para la Iglesia y para los católicos, la fecha recuerda, o debería recordar, el nacimiento de Jesucristo.
Regalos, reuniones familiares, bastante comida y alcohol, arbolitos llenos de adornos y luces, son algunos de los ritos que la celebración de la Navidad impone año tras año. Una fiesta que ha perdido bastante de su magia y resulta más profana que religiosa.
La cena de Nochebuena, en los países católicos de América Latina, es el evento principal que reúne a la familia alrededor de una mesa bien servida. A la medianoche, Papá Noel trae regalos para chicos y grandes.
En iglesias y catedrales, se celebra la Misa de Gallo, que, en el Vaticano, es presidida siempre por la máxima autoridad de la Iglesia Católica: el Papa. En este tiempo, el Papa Francisco, primer Papa americano en 2000 años de existencia.
Por supuesto, para la Iglesia y para los católicos, la fecha recuerda, o debería recordar, el nacimiento de Jesucristo.
La Navidad, sin embargo, es una fiesta que comenzó a celebrarse en el siglo II porque hasta entonces los primeros cristianos solo conmemoraban la Pascua de Resurrección.
Cuál es el significado de la Navidad según la Biblia
«Durante los siglos siguientes, al comenzar a aflorar el deseo de celebrar el natalicio de Jesús de una forma clara y diferenciada, algunos teólogos, basándose en los textos de los Evangelios, propusieron datarlo en fechas tan dispares como el 6 y 10 de enero, el 25 de marzo, el 15 y 20 de abril o el 20 y 25 de mayo”, explica el sitio católico ACI Prensa.
Fue el Papa Fabián (236-250) quien tomó cartas en el asunto y calificó de sacrílegos a quienes intentaron determinar la fecha del nacimiento de Jesucristo. Pero hubo que esperar hasta el concilio de Nicea (año 325) para que se fijara el nacimiento de Jesucristo durante el solsticio de invierno (hemisferio norte), es decir, el 25 de diciembre.
Esta fecha quedó consolidada durante el pontificado de Liberio (352-366), la noche del 24 al 25 de diciembre, día en que los romanos celebraban el Natalis Solis Invicti, el nacimiento del Sol Invicto y la misma fecha en que todos los pueblos contemporáneos festejaban la llegada del solsticio de invierno. Las iglesias orientales siguieron y siguen festejando la Navidad el 6 de enero.
“Aunque la tradición nos ha llevado a creer que Jesús nació en el primer año de nuestra era, lo cierto es que no fue así, ni mucho menos, si nos atenemos a los únicos datos conocidos, es decir a las informaciones contradictorias reseñadas por Mateo y Lucas, que, además, situaron el domicilio habitual de José y María en dos lugares diferentes y muy distantes entre sí, Belén (Judea) y Nazaret (Galilea)”, dice ACI Prensa.
El mismo Lucas relata el nacimiento de Jesús en dos fechas distintas, una en el año 6-7 y otra en el 4. Mientras que Mateo, en tanto, fijó el nacimiento de Jesús “en los días del rey Herodes” (Mt 2, 1) y, por tanto, antes del año 4, cuando murió el monarca judío. Los principales expertos fechan el nacimiento de Cristo entre el año 9 y 5, habiendo un gran consenso alrededor del año 7 o 6.
Tampoco hay mucho acuerdo sobre el lugar del nacimiento, a pesar de que, en España, por ejemplo, al pesebre se le dicen belén, dando por cierto que ocurrió en algunas de las cuevas cercanas a la ciudad de Belén. Muchos de los datos sobre el pesebre y demás componentes de la escena provienen del evangelio apócrifo Pseudo Mateo.
Una época tremenda para los cristianos
Es bueno recordar, por mucho que sea conocido, que cuando hablamos de esta época del siglo I, la situación de los cristianos era espantosa cuanto menos. Jesús murió en la cruz como (el se los advirtió) morirían asesinados en años siguientes los 12 Apóstoles que lo acompañaron en sus prédicas y en la Última Cena.
El Nuevo Testamento de la Biblia abarca toda la vida de Jesús y el nacimiento de la Iglesia que él ordenó construir: la Iglesia Católica. Y en el Nuevo Testamento, entre muchos otros libros, están los Cuatro Evangelios que escriben San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, que son enormes testimonios de la vida y obra de Jesucristo.
Se ha dudado quienes fueron los que los realmente escribieron estos libros entre los años 65 y 100 de la era cristina (para la mayoría de los expertos, por el año 85). Primero porque no había registros tan fidelignos en esa época. Y porque los cristianos andaban escapando para que no los mataran. Imaginemos que sentía el que estaba escribiendo un Evangelio.
La concepción de Jesucristo, nueve meses antes, según lo cuenta Mateo (Mt 1. 18-25) ocurrió cuando María y José estaban desposados. María, que era virgen, fue concebida por obra del Espíritu Santo. Un ángel le anunció a José que María daría a luz un hijo al que deberían ponerle de nombre Jesús, porque salvaría a todo su pueblo de sus pecados. José hizo todo lo que el ángel le ordenó.
Las diferencias que aparecen entre los relatos del nacimiento hechos por Mateo y Lucas en sus evangelios (Marcos y Juan ni siquiera se ocupan de ello) pueden deberse a que ambos no se conocieron y escribieron sus evangelios en tierras muy diferentes, por lo que adornaron su narración sobre Jesús inspirándose en leyendas de diferente prestigio.
Por eso, en el relato de Lucas faltan la estrella de Belén y los reyes magos, que sí aparecen en Mateo. Este asegura que la estrella de Belén precedía a los reyes magos sobre los cuales menciona en su Evangelio: “Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle” (Mt 2).
Clarín Foto cortesia
Luis Molero Marquez