La crisis que padece la industria petrolera venezolana ha provocado problemas graves de abastecimiento de combustible, por lo que el gobierno de Nicolás Maduro empieza a buscar alternativas para incrementar la producción de gasolina, y una de ellas pasa por vender chatarra y partes de instalaciones petroleras inactivas.
Aunque el oficialismo ha solventado, medianamente, el desabastecimiento en el país con gasolina importada desde Irán, la amenaza de Estados Unidos de incrementar la presión en este aspecto y la incautación de cuatro tanqueros cargados con combustible que se dirigían a Venezuela el mes pasado, dan a entender que las alternativas deben ubicarse en territorio nacional.
En este sentido, Monagas fue apuntado como el territorio a apostar para producir gasolina, ya que el crudo que se extrae en esta región es ligero y fácil de procesar con la infraestructura petrolera de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Sin embargo, debido al descuido, la desinversión y la desidia gubernamental, la cuota de extracción en Monagas cayó a menos de un 20% frente a sus altos, en 2008.
Actualmente en Monagas se extraen poco más de 100.000 barriles diarios. Para recuperar parte del millón de barriles que se producían en 2008, Pdvsa debe invertir cientos de millones de dólares que no posee.
Según Bloomberg, la estatal ofreció a diversos proveedores pagos en petróleo y gasolina para encabezar un proyecto en Monagas para recuperar la producción, pero debido al monitoreo de Estados Unidos a las operaciones comerciales en Venezuela debido a las sanciones implementadas, hasta ahora no hay ningún acuerdo.
La respuesta encontrada por el régimen oficialista fue vender chatarra. De acuerdo con fuentes anónimas de Pdvsa que declararon a Bloomberg, Pdvsa empezó a ofrecer pagar por reparaciones en estaciones de bombeo y plantas de comprensión en Monagas con chatarra y piezas de instalaciones petroleras inactivas.
El objetivo es obtener unos 800 millones de dólares, la cantidad que quería recibir Pdvsa al ofrecer pagos en petróleo y gasolina a proveedores.
Las perspectivas a futuro son inciertas y se desconoce si el proyecto en Monagas tendrá un avance. Por ahora, las amenazas de Estados Unidos parecen preocupar al oficialismo y a Pdvsa, debido a que podría complicarse aún más la adquisición de gasolina en el país, en la antesala de unas elecciones parlamentarias que podrían terminar de atornillar a Maduro en el poder.
