Carlos Mendoza celebra con champaña y dedica el primer triunfo a su familia
Carlos Mendoza entra a la lista de managers que oficialmente han ganado encuentros al mano de un equipo en Grandes Ligas.
La primera victoria de Carlos Mendoza como manager en Grandes Ligas tardó en llegar. También él se tomó un tiempo más de lo usual para salir a declarar. Se acababa de dar una ducha, pues minutos antes había sido bañado en champaña, huevos y cerveza por sus dirigidos. Había mucho que celebrar.
El dirigente venezolano no sólo saboreó por primera vez las mieles del triunfo. También superó un bache que llevó a los Mets a tener su peor arranque desde 2005.
“Es un alivio”, exclamó tras haber salido de la seguidilla de cinco reveses al comenzar la temporada, algo que no ocurría con los metropolitanos desde hace 19 años y que sólo había tenido dos precedentes peores, en 1962 y 1963, cuando el equipo hiló nueve y ocho juegos perdidos sin triunfos, respectivamente.
Un batazo de Tyrone Taylor que impulsó a Brett Baty, para dejar en el terreno a Detroit 2-1 en el segundo de una doble cartelera, hizo estallar de alegría a unos Mets que saltaban en el campo, como si se tratara de un lauro conseguido en otoño, cuando se juega la clasificación, y no en primavera, cuando todavía hay muchas oportunidades por venir.
La primera reacción de Carlos Mendoza al salir del dugout para celebrar a sus dirigidos, fue mirar hacia la tribuna de la derecha, sonreír y levantar el brazo diestro para mostrar músculo. Fue un gesto cómplice con Francis, su esposa, y con Adrián y Andrés, sus hijos, quienes estaban presentes en el Citi Field.
“Fue algo muy especial, después de tanta espera», dijo el estratega barquisimetano. «Lo primero que pensé fue en mi familia. Gracias a Dios pudieron estar aquí mi esposa, mis hijos y mis suegros. Lamentablemente, mis padres tuvieron que volar a Venezuela, pero sé que también me acompañan”.
Este abril en Nueva York ha sido nublado, lluvioso, con un cielo más parecido a Londres o a Lima, que a la acostumbrada primavera boreal con los diferentes tonos de verde asomándose y el rosado de los cerezos en flor que adornan las calles.
Eso impidió que los Mets de Mendoza vieran acción el martes y el miércoles, y tuvieran que disputar una doble cartelera el jueves.
“Ese triunfo debió llegar en el primer juego, pero no ocurrió, cosas del beisbol”, subrayó Mendoza, para quien los batazos comenzarán a caer en lo sucesivo.
“Todos los equipos buenos pasan por malas rachas», añadió. «Lamentablemente, nos tocó un slump colectivo en los primeros cinco juegos. Pero sabemos que tenemos bateadores que van a hacer el trabajo y los batazos van a salir”.
Mendoza y los Mets no sólo esperan que esas palabras salgan del plano aspiracional, sino que en verdad necesitan que esta versión del equipo sea superior a la que promedia 2,2 carreras por juego o que fue capaz de hilvanar 13 innings sin dar un hit.
Por lo pronto, para ellos –y sobre todo para el manager venezolano– se vale celebrar. Los Mets rompieron por fin la seguidilla negativa.
Carlos Mendoza entra a la lista de managers que oficialmente han ganado encuentros al mano de un equipo en Grandes Ligas. Sus triunfos previos con los Yanquis, cuando ejerció como suplente en su rol de coach de banca, se acreditaron a Aaron Boone, su piloto por entonces. Ahora ocupa la cuarta plaza entre estrategas venezolanos, detrás de Oswaldo Guillén (747), Alfredo Pedrique (22) y Miguel Cairo (18).
El Emergente.
Luis Molero Marquez