23 de enero de 1958: Un movimiento cívico-militar, derrocó al dictador Marcos Pérez Jiménez y Venezuela se enrumbó hacia la democracia - Standard Digital News | Noticias de Maracaibo Venezuela y el Mundo

23 de enero de 1958: Un movimiento cívico-militar, derrocó al dictador Marcos Pérez Jiménez y Venezuela se enrumbó hacia la democracia

Este domingo se celebra en Venezuela el Día Nacional de la Democracia, en conmemoración de la caída de la última dictadura militar del siglo XX en el país. Aquí te contamos qué desencadenó el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez y cómo moldeó el sistema político de las décadas siguientes

Durante 10 años, entre 1948 y 1958, Venezuela estuvo gobernada por el general tachirense Marcos Evangelista Pérez Jiménez, quien instauró una dictadura militar que se caracterizó por traer la modernización del país en materia urbanística y de infraestructuras, pero a cambio de una fuerte persecución de la disidencia política, violaciones de los derechos humanos y censura de la prensa.

Pérez Jiménez apareció en la palestra pública el 18 de octubre de 1945, como partícipe en el golpe de Estado que derrocó al general Isaías Medina Angarita de la Presidencia e instauró lo que luego se conoció como el «Trienio adeco». Tres años después, el 24 de noviembre de 1948, protagonizó otro golpe que sacó de Miraflores a Rómulo Gallegos, primer presidente electo por el voto universal, directo y secreto en la historia venezolana. Allí integró una Junta Militar presidida por Carlos Delgado Chalbaud, y donde fungió como ministro de Defensa.

El 2 de diciembre de 1952, Pérez Jiménez fue nombrado presidente por una Asamblea Nacional Constituyente electa tres días antes bajo fuertes sospechas de fraude por partidos como Acción Democrática, Unión Republicana Democrática (URD) y el Partido Comunista (PCV), que fueron ilegalizados y pasaron a la clandestinidad, mientras que otros como Copei ejercieron oposición en el Parlamento con fuertes limitaciones.

Bajo los principios del «Nuevo Ideal Nacional» se promovió una doctrina que aprovechaba los precios del petróleo para invertir en obras monolíticas como el Paseo Los Próceres, la autopista Caracas-La Guaira o el hotel Humboldt, mientras se predicaba un nacionalismo exacerbado con celebraciones como «la semana de la Patria». Por otro lado, la Seguridad Nacional, órgano represivo del Estado, era responsable de crímenes de lesa humanidad como el asesinato de los dirigentes adecos Leonardo Ruiz Pineda y Antonio Pinto Salinas, o el envío de presos políticos a campos de concentración como la isla de Guasina, en Delta Amacuro.

Una vez vencido su período presidencial de cinco años, Pérez Jiménez, en lugar de elecciones, sometió la consulta sobre su continuidad en el poder a un plebiscito. El anuncio generó rechazo en el sector estudiantil, que protagonizó el 21 de noviembre de 1957 una protesta en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en la cual los estudiantes irrumpieron en un congreso internacional de cardiología para pedir un derecho de palabra y denunciar los atropellos del régimen venezolano. El acto fue sucedido de una huelga a la que se sumó la Universidad Católica Andrés Bello y liceos públicos de la capital. En honor a ese acto de rebeldía, cada 21 de noviembre se celebra en Venezuela el Día del Estudiante Universitario.

A pesar de las protestas relámpago convocadas por el frente universitario y la represión, el plebiscito se realizó el 15 de diciembre de 1957, con un 86,7% de votos a favor de la continuidad de Pérez Jiménez. Esta vez las denuncias fraude no solo vinieron de los partidos políticos en clandestinidad, sino también de la ciudadanía en general e incluso de sectores de las Fuerzas Armadas, siendo el detonante de la caída del dictador, semanas después.

El 1° de enero de 1958 se produjo en Caracas y Maracay el primer intento de insurrección militar dirigido por el coronel Hugo Trejo. quien contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición de Caracas y de Maracay, principalmente de la Fuerza Aérea. Este levantamiento militar fracasó y sus principales dirigentes fueron detenidos por el gobierno. Sin embargo, a partir del primero de enero la crisis interna de la dictadura se hizo cada día más grave. Aunque la Fuerza Aérea logró sobrevolar la capital, la intentona fue sofocada y aumentaron las redadas de la Seguridad Nacional y la represión en las calles.

El año 1958 empezó con un ambiente de tensión en la capital; las protestas espontáneas y los arrestos eran casi diarios. La Junta Patriótica, formada por AD, Copei, URD y el PCV, hizo un llamado a la rebelión y convocó a una huelga general. Los trabajadores de la prensa fueron los primeros en acatar el paro el 20 de enero que, al día siguiente, se convirtió en huelga nacional.

El 23 de enero de 1958, un movimiento cívico-militar derrocó al gobierno de Marcos Pérez Jiménez, quien abandonaría el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial la “Vaca Sagrada”.

Se produjeron nuevos brotes insurreccionales en las fuerzas armadas y el movimiento popular se manifestó con más vigor en la lucha contra el dictador. Se acentuó la represión; las cárceles se llenaron de presos políticos; fueron cerrados los liceos y reprimido el movimiento estudiantil.

Pero el movimiento popular iba en ascenso; densos sectores sociales se incorporaban activamente a la lucha: intelectuales, médicos, abogados, profesores, ingenieros, suscriben manifiestos de denuncia contra el régimen.

Esto significaba pérdida de prestigio en la institución armada que aparecía comprometida de hecho con los desmanes del régimen. En las calles sucedían manifestaciones y motines.

A mediados de enero la Junta Patriótica llamó a la huelga general para el día 21. El 21 de enero comienza la huelga de prensa y horas después de ésta, la huelga general convocada por la Junta Patriótica. El paro se cumplió a cabalidad y en muchos sitios de Caracas se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del gobierno.

El 22 se reúnen altos jefes militares en la Academia Militar para considerar la situación. Sus deliberaciones concluyen formando una Junta Militar de Gobierno que pide la renuncia a Pérez Jiménez. En la noche del día 22, la Marina de Guerra y la Guarnición de Caracas se pronunciaron contra la dictadura; y Pérez Jiménez, privado de todo apoyo en las Fuerzas Armadas, huyó en la madrugada del 23 de enero desde el Aeropuerto La Carlota.

El Golpe de Estado del 23 de enero de 1958 fue un golpe de estado en Venezuela por medio del cual se puso fin a la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez quien se vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial la vaca sagrada.

En lugar de Pérez Jiménez tomaba el poder una Junta presidida por el contraalmirante Wolfgang Larrazábal. Pérez Jiménez huyó hacia República Dominicana, para posteriormente trasladarse a España junto a su familia, protegido y mantenido por Francisco Franco.

El antecedente más cercano de dicho acontecimiento se produjo el primero de enero del mismo año, cuando aviones de guerra surcaron los cielos despertando a toda Caracas. El asombro fue mayúsculo, incluso para los propios partidarios del gobierno, ya que hacía exactamente un mes, se había efectuado un plebiscito para prolongar el mandato de Pérez Jiménez, darle cierta solidez a su régimen y legitimidad ante las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, a pesar de que el alzamiento fue develado, a medida que se fueron revelando los nombres de los implicados se pudo apreciar cuán extendido y profundo era el malestar entre los oficiales de las tres fuerzas. Por tal motivo, aunque el golpe fracasó no fortaleció al gobierno, sino que aceleró el proceso de deterioro que terminaría 23 días más tarde con su caída. Esto último fue producto de una acumulación de oposiciones que, al final convirtieron el derrocamiento de la dictadura en una causa nacional.

Principales causas de la caída de la dictadura

Sin dudas, fueron muchas las obras de arte y arquitectónicas, que transformaron a la Venezuela rural, en una floreciente réplica de Paris y una patria reconocedora de su libertadores. Llegó a ser el país con una de las monedas de mayor valor del mundo y marcó pauta en obras de ingeniería que descubrieron a la América del Sur, pero su implacable gobierno atosigó los valores democráticos iniciados con la llamada “Revolución de Octubre”.

Profundizando un poco en las causas que derivaron en la caída de Pérez Jiménez, hay que señalar fundamentalmente 2 aspectos. En primer lugar, la crisis militar, originada a partir de los mencionados sucesos del 1 de enero de 1958, los cuales trastocaron el poder absoluto que hasta entonces tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas. En tal sentido, el alzamiento de los oficiales de la Fuerza Aérea en la Base de Boca de Río, cercana a la ciudad de Maracay y del cuerpo de blindados del cuartel Urdaneta de Caracas al mando del teniente coronel Hugo Trejo, produjo o evidenció una crisis de liderazgo en la institución castrense. En segundo lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957 y que originó 2 cambios de gabinete sucesivos, los días 10 y 13 de enero de 1958 respectivamente, y la salida hacia el exterior de los personeros más cercanos a Pérez Jiménez vetados por las Fuerzas Armadas, Laureano Vallenilla Lanz, ministro hasta entonces del Interior, y Pedro Estrada, jefe de la policía política del régimen, la Seguridad Nacional.

A partir de los sucesos del 1 de enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen perejimenista, comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno tambaleante, firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras y sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente su repudio a la dictadura. Todas las acciones de calle en contra del régimen, tendrán su momento cumbre en la huelga general del 21 de enero, movilizada por la Junta Patriótica (unión de los diversos partidos políticos), junto a los estudiantes, empresarios y las masas populares, la cual tomó un carácter unitario que prestó el apoyo necesario a los oficiales alzados.

Alzamiento y posterior formación de la Junta de Gobierno

En la madrugada del 23 de enero, pese a contar con el apoyo de un importante sector de las Fuerzas Armadas, Pérez Jiménez decide abandonar el Palacio de Miraflores y trasladarse al aeropuerto de La Carlota (situado en plena ciudad de Caracas), para tomar el avión que lo conduciría a la República Dominicana. Al conocerse la noticia del derrocamiento, el pueblo se lanzó a la calle, saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional y linchando a algunos funcionarios.

Saqueo a la Seguridad Nacional
Saqueo a la Seguridad Nacional

Asimismo, destruyeron la sede y los equipos del periódico oficialista El Heraldo. Por otra parte, en pocas horas el Palacio de Miraflores se convirtió en el sitio de reunión de los sublevados y de innumerables dirigentes políticos y personalidades, quienes procedieron a nombrar una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado. La Junta la constituyeron el contralmirante Wolfgang Larrazábal como presidente y los coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel Romero Villate. Al amanecer del día 23, los venezolanos celebran la caída de Pérez Jiménez, a la vez que protestan por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perejimenismo; los cuales finalmente fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti .

Wolfgang Larrazábal presidente de la Junta de Gobierno
Wolfgang Larrazábal presidente de la Junta de Gobierno

Con el objeto de facilitar el trabajo de la Junta de Gobierno y restablecer la democracia en Venezuela, se designó también un gabinete provisional compuesto por juristas, empresarios y ejecutivos, reservándose a un militar, el coronel María Castro León, el ministerio de la Defensa. Posteriormente, la Junta de Gobierno convoca a elecciones para diciembre de ese mismo año; se liberan a los presos políticos en todo el país, se amplía la Junta Patriótica con representantes de sectores independientes, ratificándose en la presidencia de la misma al periodista Fabricio Ojeda; se abre el proceso de castigo a los personeros del gobierno perejimenista y regresan los exiliados. En esos días se iniciaba de manera definitiva, una nueva etapa en la historia de la Venezuela contemporánea.

Ese 23 de enero de 1958 terminó la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. Miles de compatriotas recuperaron la libertad confiscada. Otros, más afortunados, regresaron del forzado destierro a que fueron condenados durante años y los familiares de los muertos y desaparecidos, pudieron honrar su memoria. Los partidos políticos, declarados ilegales y víctimas sus dirigentes de persecuciones y atropellos feroces, salieron de la clandestinidad al recuperar personería jurídica, respeto y autorización para actuar sin restricciones. Les correspondería, nuevamente, organizar la sociedad civil y servir de instrumento intermedio entre el estado y un pueblo que no tenía estructuras para expresarse social y políticamente. Desapareció la censura sobre los medios de comunicación y la libertad de expresión del pensamiento se convirtió en la primera manifestación efectiva del cambio radical que se iniciaba.

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