El cineasta y guionista cubano Juan Carlos Cremata, habla de su película "Viva Cuba", nominada a biblioteca del Congreso EEUU. - Standard Digital News | Noticias de Maracaibo Venezuela y el Mundo

El cineasta y guionista cubano Juan Carlos Cremata, habla de su película “Viva Cuba”, nominada a biblioteca del Congreso EEUU.

El director de cine y guionista cubano Juan Carlos Cremata habla de importante reconocimiento a la película Viva Cuba, sobre la poderosa amistad de dos niños cubanos en la isla.

 Juan Carlos Cremata habló con People en español sobre la nominación de su película Viva Cuba a la colección de la biblioteca del Congreso estadounidense. Al recibir una carta del congresista Joaquín Castro informándole la noticia, admite que no podía creerlo. “Soy totalmente neófito en toda esta historia”, bromea Cremata, quien confiesa que al ver el impresionante membrete del Congreso estadounidense en la carta comprendió que esta no era una broma de un falsificador, sino un gran y genuino reconocimiento. “Es un honor”, dice el director, “colocarme entre películas que yo adoro y cineastas que yo respeto muchísimo y sigo”.

La carta le informaba que su obra estaría incluida en el Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso como una de 25 películas que ayudan a contar la historia de los latinos. Esta iniciativa busca aumentar la representación hispana en la industria del cine. Otras películas nominadas son: My Family (1995), Under The Same Moon (2007), Tortilla Soup (2001), The Lost City (2005), Frida (2002) y The Motorcycle Diaries (2004), entre otras.

“Es una película que nació sin pretensiones y al cabo de quince años no para de darme satisfacciones”, añade sobre Viva Cuba, co-dirigida con su madre Iraida Malberti en el 2005.

Viva Cuba nace de un enojo”, recuerda Cremata, quien había hecho Nada, su primera película en el 2001, la cual no agradó al gobierno cubano. Esta era parte de una trilogía —Nada, Nadie Nunca— que no se terminó por la negativa del regimen totalitario de la isla, que también le prohibió grabar un musical en Santiago de Cuba, ciudad conocida como “la cuna de la Revolución”. Su enojo fue tal que pensó: “Yo quiero hacer algo que el ICAIC se arrepienta de no haber hecho”, cuenta sobre el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos. Hasta entonces, en el cine cubano no había hecho “una película con niños ni para niños”. “La película es ‘pionera’ en el buen sentido de la palabra”, añade.

Esta cuenta la historia de Malú y Jorgito, dos niños cubanos con una conexión única. “Esta historia no es nada más que Romeo y Julieta llevada a los niños. Ellos vienen de familias que se contraponen”, cuenta sobre estos pequeños, cuya amistad se ve amenazada cuando la madre de Malú planea irse de Cuba y buscar una nueva vida en el extranjero con su hija.

Si bien la grabación comenzó en La Habana, Viva Cuba hace un recorrido cinematográfico por toda la isla, hasta la punta de Maisí, ya que los niños se fugan de sus hogares en la capital y huyen al campo a buscar al padre de Malú para que el firme un documento negando su salida del país. Según Cremata, varios de sus familiares trabajaron en el film, lo cual lo hace aún más especial a nivel personal. “La abuela de la niña es mi abuela”, cuenta.

Si bien en Cuba aún no hay democracia, mucho ha cambiado desde el 2005, cuando se grabó la película. Dice mucho “el solo hecho de que el director de Viva Cuba viva en Estados Unidos y se haya ido”, afirma Cremata, quien vive en Miami y añade que del elenco solo quedan unas cuatro personas en la isla, incluyendo a Malú, la niña protagonista. El resto vive en el exilio. “La película tenía gente en contra de que se hiciera porque decían que ‘en Cuba no se pierde ningún niño y esa película no se podía hacer'”, recuerda el cineasta.

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