Falleció el legendario Pete Rose “El Rey del Hit”
Pete Rose, el líder de hits de todos los tiempos en Grandes Ligas, falleció el lunes, confirmó el médico forense del condado de Clark, Nevada
Pete Rose, el jugador de beisbol con más hit en la historia, es ampliamente reconocido por sus impresionantes estadísticas. A lo largo de su carrera, estableció récords que aún hoy son insuperables. Rose jugó un total de 3.562 partidos, tuvo 14.053 turnos al bate y consiguió 4.256 hits, lo que lo convierte en el líder absoluto en estas categorías. Además, acumuló 3.215 sencillos, otro récord que destaca su consistencia y habilidad para conectar la pelota
Rose debutó en la MLB en 1963 con los Rojos de Cincinnati, equipo con el que alcanzó la mayoría de sus logros. “Charlie Hustle”, como se lo conocía por su estilo de juego implacable, no logró ingresar al Salón de la Fama durante su vida. Solo las apuestas le impidieron ser incluido, ya que sus logros en el campo son indudablemente dignos de ingresar al Salón de la Fama.
Los 4.256 hits de Rose son 67 más que la marca de Ty Cobb en la historia de la MLB. Rose también jugó en la mayor cantidad de partidos y tuvo la mayor cantidad de turnos al bate en la historia. En una carrera como jugador que se extendió de 1963 a 1986, Rose ganó tres títulos de bateo y lideró la liga en hits siete veces. Fue Novato del Año en 1963, 17 veces All-Star y el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1973.
Sus mejores temporadas fueron como miembro de la “Gran Maquinaria Roja” de los Cincinnati Reds, que ganó títulos consecutivos en 1975 y 1976. Rose fue el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial en 1975. En 1978, Rose cautivó al mundo del béisbol al perseguir la racha récord de 56 juegos de Joe DiMaggio. Finalmente, igualó la marca de la Liga Nacional de 44 juegos, pero ahí terminó todo.
Incluso antes de que estallara el escándalo de las apuestas, Rose era una figura polarizadora. Su estilo duro era amado por los fanáticos de su equipo, pero no apreciado por todos. Nada resumió mejor esa dinámica que el Juego de las Estrellas de 1970, cuando Rose anotó la carrera de la victoria al colisionar con el receptor de Cleveland, Ray Fosse, en el plato. Aunque los Juegos de las Estrellas en ese entonces se tomaban más en serio que hoy, muchos todavía se opusieron a esa jugada.
Sin embargo, incluso aquellos que no lo querían tuvieron que admitir que Rose era uno de los mejores jugadores de todos los tiempos –un miembro seguro del Salón de la Fama. Pero todo eso se desmoronó en 1989. La MLB llevó a cabo una investigación sobre los rumores de que Rose –que dirigía a los Reds–, había apostado en el béisbol. El informe de John Dowd concluyó que Rose había hecho apuestas en partidos de béisbol, incluso en su propio equipo.
Después de una batalla legal en la que Rose negó haber apostado en béisbol, finalmente cedió y aceptó una prohibición de por vida del entonces comisionado A. Bartlett Giamatti. Poco después de que la prohibición entrara en vigor, Rose también fue condenado por evasión fiscal y pasó varios meses en prisión.
Muchos creen que Rose aceptó la prohibición con la esperanza de solicitar con éxito la reinstalación, pero eso nunca sucedió. Aunque solicitó muchas veces, la más reciente en 2015, siempre fue rechazado. El argumento contra la reinstalación a menudo se basaba en el hecho de que Rose nunca admitió haber cometido un delito.
Finalmente, lo hizo en una autobiografía de 2004, en la que admitió haber apostado en béisbol, incluidos los juegos de los Cincinnati Reds, aunque dijo que nunca apostó en contra de su equipo. El béisbol hizo una excepción a la prohibición en 1999, lo que permitió a Rose ingresar al campo como miembro del Equipo del Siglo de la MLB en una ceremonia en el Turner Field.
Sin embargo, más allá de las controversias, el legado de Pete Rose en el beisbol es innegable. Su pasión por el juego y su capacidad para rendir al más alto nivel durante más de dos décadas lo han convertido en una figura legendaria.
Aún no se conoce la causa exacta de su muerte, lo que sí es cierto, que deja un vacío muy grande en el mundo de la pelota. El legado de Pete Rose perdurará a través de los récords y los recuerdos de aquellos que tuvieron el privilegio de verlo jugar. Su vida y carrera son un testimonio de la dedicación y el amor por el deporte, y su nombre seguirá siendo sinónimo de excelencia en el beisbol.
Con información de agencia / Foto Portada AP
Marvelis Padrón