Las joyas de la Corona británica, símbolos de poder y de espiritualidad

Después de 70 años, las joyas de la corona serán vistas de nuevo en público en la coronación de Carlos III; las cuales simbolizan el poder de la monarquía. Estas se encuentran bien resguardadas en la Torre de Londres, custodiadas por miles de personas que cuidan su valor.

Se trata de 8 prendas de joyería que llevan cientos de años en la familia real, las cuales también fueron utilizadas en la coronación de la reina Isabel y sus antecesores.

Además de la Corona Imperial, otra serie de objetos de oro o piedras preciosas representan a la monarquía británica.

Símbolos de poder y de espiritualidad, las joyas de la Corona británica, cuidadosamente custodiadas en la Torre de Londres, saldrán del famoso monumento para ser usadas durante la coronación del rey Carlos III.

La Corona del Estado Imperial fue encargada para la coronación del rey Jorge VI en 1937. Isabel II la llevó después de su proclamación como reina, en 1952.

La fallecida soberana también la usó en otros momentos, como en las aperturas formales del Parlamento. La corona pesa más de un kilo, mide 31,5 centímetros de altura y tiene 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y 4 rubíes.

Pero no sólo la corona representa al poder de los soberanos británicos.

• La Corona del Estado Imperial.

Esta fue encargada especialmente para la coronación del rey Jorge VI en 1937, y posteriormente en la de la reina Isabel en 1953.

La corona también fue usada en momentos importantes como las aperturas formales del Parlamento; la cual pesa más de un kilo y mide 31,5 centímetros de altura.

Su peso se debe a los 2,868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y 4 rubíes que la adornan.

• El Cetro de la Paloma.

Este emblema británico fue creado para la coronación de Carlos II en 1661, está hecho de oro y tiene una paloma con las alas extendidas posada en una cruz que simboliza el Espíritu Santo.

De acuerdo con la realeza, el cetro de 110 centímetros de largo y peso de 1.150 gramos, representa el papel espiritual y pastoral del soberano.

• El Cetro de la Cruz.

Este símbolo tiene un significado especial porque representa el poder temporal del soberano; y se ha usado desde la coronación de Carlos II en 1661.

En 1911 se le añadió el impresionante diamante Cullinan I de 530,2 quilates; pesa 1.170 gramos y mide 92 centímetros de largo.

• El Orbe del Soberano.

Este se trata de un globo coronado con una cruz que simboliza el mundo cristiano; tiene una esfera de oro hueca con esmeraldas, rubíes, zafiros y diamantes.

La enmarcan dos hileras de perlas, mientras que en el interior posee una cruz engastada de diamantes con un zafiro en el centro y una esmeralda en el otro.

La joya que mide 27,5 centímetros de alto y pesa 1.320 gramos debe ir en la mano derecha del monarca para luego ser colocada en el altar.

• La Ampolla.

Esta joya tiene la forma de un águila con las alas desplegadas, está hecha de oro y contiene el aceite consagrado que se usa para la unción del soberano.

De acuerdo con el protocolo, el arzobispo de Canterbury vierte el aceite desde la cabeza del águila en una cuchara y unge al monarca en las manos, el pecho y la cabeza.

Este símbolo responde a una leyenda según la que la Virgen María se apareció a san Tomás Becket y le entregó un águila de oro y un frasco de aceite para la unción de los futuros reyes de Inglaterra.

•  Las espuelas.

Se trata de unas espuelas de oro que simbolizan su unión por la caballería, son utilizadas para la coronación de los reyes de 1189. 

Se sujetan a los tobillos de los soberanos o en caso de que sean reinas, se colocan en el altar. 

• El anillo.

El tan conocido anillo de oro forma parte de la coronación desde 1831 con el rey Guillermo IV; tiene un zafiro rodeado de diamantes y está incrustado de rubíes que forman una cruz. 

De acuerdo con la historia, este simboliza “dignidad real” por ello es colocado por el arzobispo en el anular del Rey.

• La Corona de San Eduardo.

Por último, se confeccionó la Corona de San Eduardo específicamente para la ceremonia de coronación; esta es de oro macizo con gemas como rubíes, amatistas y zafiros.

También está dotada con una cubierta de armiño por ello pesa más de 2 kilos, una de las joyas más emblemáticas de la coronación.

Esta pieza de oro con forma de águila con las alas desplegadas contiene el aceite consagrado usado durante la unción del soberano.

El arzobispo de Canterbury vierte el aceite desde la cabeza del águila en una cuchara y unge al monarca en las manos, el pecho y la cabeza, en lo que constituye el momento más sagrado de la ceremonia de coronación.

La figura del águila responde a una leyenda según la que la Virgen María se apareció a san Tomás Becket y le entregó una águila de oro y un frasco de aceite para la unción de los futuros reyes de Inglaterra.

También volverán a verse las espuelas de oro simbolizan la caballería y son empleadas desde la coronación de Ricardo Corazón de León en 1189. Se sujetan a los tobillos de los soberanos y, en caso de que sean reinas, se colocan en el altar.

Otra de las joyas atesoradas en Londres es un anillo de oro que se realizó para la coronación de Guillermo IV en 1831. Está compuesto de un zafiro rodeado de diamantes e incrustado de rubíes que forman una cruz. En la ceremonia de coronación, el arzobispo lo coloca en el anular del soberano como símbolo de “dignidad real”.

Confeccionada para la coronación de Carlos II, la Corona de San Eduardo es la más importante y sagrada de las coronas. Solo se utiliza para la ceremonia de coronación.

De oro macizo, engastada con gemas como rubíes, amatistas o zafiros, y dotada con una cubierta de armiño es particularmente pesada de llevar, con más de 2 kilos.

Éstas son las míticas joyas que se usarán en la coronación del rey Carlos III

Con información de Agencias  

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