Marabinos recuperan la esperanza

La esperanza, es una actitud o un estado de ánimo realista pero optimista, la creencia de que un cambio positivo es posible y la voluntad de establecer y trabajar para conseguir objetivos.

Hablar de esperanza en Maracaibo hace un año y medio atrás era una cuestión impensable, debido a que la población maracaibera se encontraba sumergida en un letargo abismal, claro está que sobraban razones para estar en ese estado.

Desde una pandemia mundial, que vino a trastocar un poco más lo que ya la entidad zuliana estaba padeciendo.

El maracaibero había perdido la cualidad que nos caracteriza como es el ímpetu de no darnos por vencidos, la época de gobernabilidad que reino en la región en el periodo pre pandemia y durante la misma había destrozado por completo cualquier esperanza de lucha, de surgir, avanzar y lograr los objetivos que todo aquel habitante de esta urbe zuliana pudiera tener.

Esta situación se marcó tanto que las calles más populares junto a los grandes y reconocidos negocios de la entidad abrían hasta horas pautadas y no en sus horarios habituales, y otras decidían no abrir por temor a quien sabe que, las calles y avenidas parecían un desierto de cemento donde transitar por ellas, causaba temor, la soledad sepultaba el ánimo del maracaibero.

La ciudad iba y venía, en ese transitar y con la llegada de la pandemia fue la hecatombe, para que en un momento se pensó que Maracaibo sea había convertido en una ciudad donde el desierto del Sahara sería lo más parecido a la realidad marabina.

Hoy en día nuevos aires se respiran en la que una época fue la ciudad más bella y pujante de Venezuela, que poco a poco comienza a levantarse de ese letargo que la ingobernabilidad y la pandemia la sumergió. De año y cuatro meses la esperanza ha regresado a cada rincón de la ciudad y esa constancia, perseverancia y ganas de echarle pichón a la vida han renacido de nuevo.

Muchos insisten que esos aires de esperanza que reinan en la ciudad son gracias a la vuelta de la gobernabilidad que ha vuelto al estado, no sabremos si eso es así pero lo que sí es muy cierto que los nuevos vientos que en la entidad maracaibera soplan vislumbran nuevos tiempos para la ciudad y para el estado.

Luis Molero.

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