Nueva jornada de protestas antiracistas en Brasil terminó en choques entre policías y ciudadanos

Los hechos que motivan la ola de protestas en ese país ocurrieron el pasado jueves, cuando un hombre negro murió asfixiado por acción de guardias de seguridad de un supermercado.

Centenas de manifestantes volvieron a las calles el lunes en la ciudad de Porto Alegre, ubicada al sur de Brasil, motivados por la indignación latente que se vive en ese país por la reciente muerte de un hombre afro, que pereció tras una violenta maniobra por parte de personal de seguridad de una tienda de cadena.

Aunque la jornada de indignación se había desarrollado en aparente calma, esta terminó con choques entre un grupo de manifestantes y efectivos de la policía brasileña, que dispersó la protesta con gases lacrimógenos.

“Paren de matarnos”, era una de la consigna que se podía leer en una serie de carteles y camisetas portada por los manifestantes que enfatizaban en el mensaje “la vida de los ciudadanos negros importa”, y que rechazaba las conductas racistas.

La del lunes fue la cuarta jornada de protestas en rechazo del racismo en Brasil, motivada por la muerte del mencionado hombre, identificado como João Batista Rodríguez Freitas, un soldador de 40 años de edad.

La jornada de manifestaciones en Porto Alegre logró torpedear el tránsito, en inmediaciones de una de las sedes del supermercado de cadena donde ocurrieron los hechos que derivaron en la muerte del ciudadano afro el pasado jueves.  La masiva asistencia de manifestantes obligó a la policía a desplegar decenas de uniformados, ante la amenaza de una eventual incursión de los inconformes en el almacén de cadena.

“Carrefour es un asesino, Carrefour es un asesino”, era una de las consignas que gritaban los manifestantes en su protesta contra el almacén, al a vez que pedían “justicia” en el caso de la muerte de “Beto”; sobrenombre que hace alusión a la víctima mortal.

Aunque la protesta se desarrolló en aparente calma, tras tres horas de protesta, el clima de la expresión de indignación subió cuando un grupo de manifestantes comenzó a causar destrozos y a atentar contra los uniformados, empleando piedras y pólvora, motivando la reacción de las autoridades, que terminó por disipar la marcha con balas de goma y gases.

Según medios internacionales, pese a la violencia del enfrentamiento, tras la confrontación no se registraron personas heridas.

La ola de indignación ha tenido un comportamiento creciente, luego de que a través de redes sociales se siguiera difundiendo el video aficionado en el que se ve la brutal forma como los guardias del supermercado agredieron al ciudadano afro, pese a que este clamaba que la golpiza se detuviera y manifestara problemas para respirar.

El hombre, quien finalmente murió por asfixia ya fue enterrado, en medio de un masivo funeral enmarcado en la indignación generalizada de la sociedad.

Por su parte, la tienda involucrada reportó una sensible baja en su cotización en el mercado bursátil y anunció la destinación de un fondo para emprender una campaña contra el racismo.

Únete a nuestras comunidades de Telegram y Whatsapp con sólo un click