
Reunión de emergencia en Red Bull: Max Verstappen, a trabajar en el RB21

Max Verstappen se llevó el segundo lugar de Australia a pura muñeca, cuando la pista de Melbourne se complicó por la lluvia y Oscar Piastri terminó por el pasto, destruyendo un 1-2 cantado de McLarenEn Red Bull tiene la problemas más graves que están mucho más allá de si el compañero de Max Verstappen es Liam Lawson o Yuki Tsunoda.
Si bien el enroque de piloto con el equipo Racing Bulls ya está decidido para el GP de Japón, el dolor de cabeza más grande en el equipo de las bebidas energizantes es hacer andar al RB21.
Únicamente el neerlandés, en base a su enorme talento natural, pudo anotar puntos en las dos citas que se llevan de la temporada 2025 con un auto que se muestra inmanejable. Lawson los sufrió en carne propia y nadie sabe si Tsunoda podrá controlarlo.
El tetracampeón se llevó el segundo lugar de Australia a pura muñeca, cuando la pista de Melbourne se complicó por la lluvia y Oscar Piastri terminó por el pasto, destruyendo un 1-2 cantado de McLaren. La escudería de Woking finalmente logró sellar el doblete en China, mientras que Max fue cuarto, superado a las dos Ferrari (luego serían descalificadas), pero detrás también del Mercedes de George Russell.
El RB21 nació complicado, y hasta paraece lógico. El chasis es una evolución del RB20, que tuvo un arranque fantástico, con siete triunfos de Verstappen en las diez primeras fechas, con Checo Pérez completando el doblete en las dos iniciales (Baréin y Arabia Saudita).
Pero de repente todo se complicó. No bien el equipo austríaco puso en pista las primeras actualizaciones, el RB20 se perdió. Checo anotó 103 puntos en las primeras seis fechas y apenas 49 en las 18 restantes.
Max hilvanó diez Grandes Premios sin ganar, su racha más larga sin éxitos desde que lograra su primera corona, y a puro talento metió un pleno total en el diluvio de San Pablo y selló su cuarto título.
Así llegó el RB21. Con Pérez eyectado por sus malos resultados (18 millones de euros le salió a Red Bull la rescisión del mexicano), Lawson fue ungido por sobre Tsunoda para subirse al equipo principal. Pero el ritmo del auto no está.
En la clasificación de Australia, Verstappen quedó a 385 milésimas de Lando Norris, el dueño de la pole y en la alocada carrera, al comparar los giros más veloces de cada uno, fue 914 milésimas más lento que Norris.
En China, el neerlandés se acercó en clasificación y quedó a 176 milésimas de Piastri. Sin embargo, en el rito de carrera, no pudo competir contra los McLaren, mucho más veloces que el Red Bull, especialmente con los neumáticos medios. La mejor ventaja de rendimiento del RB21 fue en los últimos 15 giros, con neumáticos duros gastados y menos combustible. Allí superó a Charles Leclerc.
En Red Bull hay preocupación, y mucha. Tanto, que se determinó una reunión de urgencia en Milton Keynes, con la presencia de Verstappen, para tratar de encontrar respuestas en el análisis de todos los datos de telemetría. «Tenemos que mejorar el auto lo antes posible, pero sabemos que llevará tiempo», dijo Helmut Marko, asesor de la escudería austríaca.
Después de la carrera de China, Max viajó a Mónaco, donde vive, para estar con su esposa Kelly Piquet (la hija de Nelson), quien ya está en la cuenta regresiva para dar a luz al primer hijo de la pareja. Pero la tranquilidad que buscaba se cortó en seco, debió viajar a la planta del equipo y su avión quedó listo para llevarlo de vuelta al principado en el caso de que se adelante el parto y se encuentre en medio del trabajo con los ingenieros.
«Estamos preocupados, pero no tiramos la toalla», señlaó Marko sobre las debilidades del RB21. Christian Horner, director del equipo, se mostró optimista: «Estamos a ocho puntos del líder del campeonato de pilotos tras dos carreras, hay mucho en juego.
Tenemos una hoja de ruta de desarrollo que está planificada y estamos tratando de asegurarnos de que se llegue a tiempos de vuelta que pongan presión a McLaren», apuntó.
Por ahora, solo Verstappen puede manejar el Red Bull y detrás, mirando al futuro no tan lejano, aparece la gran duda en el team: ¿y si Max se va? Si bien el contrato liga al neerlandés con el equipo hasta 2028, entre las cláusulas de rescisión aparece el rendimiento del auto y posición en el Mundial.
En el horizonte aparece una supuesta oferta millonaria de Aston Martin y, agazapado, Mercedes. El contrato de Russell vence a fin de este año y, por ahora, ni se habla de renovación…
Fuente: ESPN
Marvelis Padrón