Trump gana las primarias de New Hampshire y avanza hacia la nominación para las presidenciales
El triunfo de Trump en New Hampshire sobre Nikki Haley se suma a la victoria aplastante del expresidente la semana pasada en los caucus de Iowa, donde los votantes manifiestan sus preferencias en asambleas algo informales y donde logró un 51% de los votos
Donald Trump vuelve a ganar. Televisiones y la agencia de noticias Associated Press, de referencia en la materia, han proclamado su triunfo en las elecciones primarias de New Hampshire al poco de cerrarse las urnas, lo que da idea de que su victoria ha sido clara a pesar de la alta participación.
A la espera de que avance el escrutinio, el triunfo de Trump en New Hampshire sobre Nikki Haley se suma a la victoria aplastante del presidente la semana pasada en los caucus de Iowa, donde los votantes manifiestan sus preferencias en asambleas algo informales y donde logró un 51% de los votos. En el último medio siglo, todos los candidatos que han ganado en Iowa y New Hampshire han logrado la nominación como candidatos a las presidenciales. Trump tiene el camino despejado.
New Hampshire es el Estado donde tenía mejores perspectivas Nikki Haley, la única rival real de Trump que quedaba este martes tras la retirada del gobernador de Florida, Ron DeSantis. Pero si Haley no es capaz de ganar en este Estado relativamente moderado, donde contaba con el apoyo entusiasta del gobernador y donde los votantes independientes tenían la posibilidad de participar en las primarias republicanas, más difícil lo va a tener en el resto del país. Todavía falta mucho para tener los resultados definitivos. Con un 18% escrutado, Trump tiene un 54,3% de los votos, frente al 44,7% de Haley.
En las papeletas republicanas seguían figurando los candidatos que se han ido retirando de la carrera, incluidos el exvicepresidente Mike Pence; el senador Tim Scott; el inversor Vivek Ramaswamy; el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, y el de Florida, Ron DeSantis. Han recibido votos de forma marginal.
La exembajadora en la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur ha sostenido hasta ahora que no iba a tirar la toalla aunque perdiese en New Hampshire, pero ese era el mensaje obligado en campaña. A la luz del resultado de este martes, tendrá que tomar decisiones.
La próxima cita es en Nevada, donde ella no está inscrita en los caucus, las asambleas que van a elegir los delegados para la convención republicana, sino en las primarias, votaciones en urna, en este Estado desautorizadas por el partido. Luego llega Carolina del Sur, el Estado de origen de Haley, pero donde Trump lidera las encuestas y cuenta con el respaldo del aparato del partido y la inmensa mayoría de sus líderes locales.
Si los actos de campaña de estos días sirven de indicio, la victoria de Trump en New Hampshire se veía venir. Ha dado sus mítines en polideportivos y teatros con mucha más capacidad que las salas de institutos, colegios, restaurantes y hoteles que ha elegido Haley. Los simpatizantes han abarrotado los lugares donde intervenía Trump tras aguardar durante horas el frío y la nieve.
Este martes, la presencia de trumpistas se notaba también más en los centros de votación. Michael Guglielmo, de 61 años, defendía a las puertas de un colegio electoral en Concord, la capital del Estado, que “Trump es el único candidato legítimo que representa al pueblo”. “Dice lo que hace, hace lo que dice. No miente. Cumplió sus promesas.
Tuvimos paz a través de la fuerza. No tuvimos guerras. Tuvimos una gran economía, empleo para negros, hispanos, zonas empresariales. Era un hombre de negocios. Y tal vez no tenía el mejor decoro, pero sus políticas daban en el clavo. Así que prefiero los tuits malos y las buenas políticas”, sostenía Guglielmo, carpintero.
Muy cerca de allí, cerca de la sede del legislativo estatal, una placa informativa recuerda la importancia que le dan los ciudadanos de New Hampshire a las primarias. Desde 1920 se celebran allí antes que en ningún otro sitio. El cartel para turistas afirma que los votantes de Nuevo Hampshire “han favorecido habitualmente al candidato que al final alcanza el Despacho Oval”.
Trump es el líder carismático en torno al que han girado estas primarias y su presencia va camino de definir las presidenciales del 5 de noviembre contra el actual presidente, Joe Biden, una reedición de las presidenciales de 2020. La mayoría de sus seguidores, como Dylan Quatrucci, estudiante de 26 años, sostienen que las elecciones de 2020 estuvieron amañadas y que sus imputaciones son interferencia electoral para los comicios de este año: “Siguen atacando nuestra democracia mientras fingen defender la democracia. Lo cual es un poco ridículo”.
Quatrucci dice que hay un “montón de razones” por las que apoya a Trump. “Yo diría que la principal razón es la libertad de expresión, que yo diría que está amenazada en Estados Unidos hoy en día”, sostiene. “Va a reconstruir la mejor economía de todos los tiempos. Va a mantenernos seguros, seguros a nivel nacional e internacional, construyendo nuestro muro fronterizo. Y va a detener todas las drogas que entran por la frontera sur, porque ese es un gran problema para la gente de New Hampshire. Mucha gente conoce a alguien que ha fallecido por la epidemia de drogas aquí”, añade.
Le contradice una mujer de 57 años que prefiere no decir su nombre y que apoya a Nikki Haley. “Creo que es hora de un cambio. Me gusta Trump, pero Trump y Biden son demasiado viejos y creo que Nikki Haley tiene más posibilidades de ganar la elección general en noviembre. Necesitamos una nueva generación. También creo que es hora de tener a una mujer como presidenta”, añade. La tesis de la elegibilidad es una de las que más ha manejado la candidata republicana, la idea de que el caos y los escándalos que acompañan a Trump ahuyentan a los votantes moderados e independientes y pueden llevar a una derrota de su partido, como prueban los malos resultados electorales de 2018, 2020 y 2022.
Las encuestas a pie de urna han mostrado este martes que el dominio de Trump es abrumador entre los votantes registrados como republicanos, mientras que Haley solo se abre paso entre los que no declaran su preferencia partidista, a quienes se califica de independientes. Eso puede abonar esa tesis de que a la hora de la verdad, la de las elecciones del 5 de noviembre contra Biden, los votantes puedan dar la espalda a Trump. En todo caso, así como hace algo más de un año, tras las elecciones legislativas de noviembre de 2022, cundía la impresión de que Trump no podía ganar las presidenciales, las encuestas recientes le sitúan como favorito. Eso explica en parte que las primarias se hayan decantado tan claramente a su favor y se hayan quedado en el camino alternativas como DeSantis.
Este martes también había primarias entre los demócratas. En ellas el favorito indiscutible era Joe Biden. El escrutinio se ha complicado algo por el hecho de que Biden no figuraba en las papeletas por una disputa del Partido Demócrata. Los que querían votarle tenían que escribir su nombre a mano y eso no lo leen las máquinas. Los primeros datos del escrutinio mostraban un dominio aplastante de las papeletas escritas a mano. A la espera de procesarlas, parece una indicación de que Biden no ha tenido problemas para imponerse al congresista Dean Phillips y la escritora de libros de autoayuda Marianne Williamson, los dos rivales más relevantes.
“Estoy aquí para mostrar mi apoyo a Joe Biden y animar a mis amigos y vecinos a que le voten”, dice Colin Van Ostern, ejecutivo tecnológico de 44 años y destacado militante demócrata. “No está en la papeleta por una disputa política dentro del partido, pero no voy a dejar que los burócratas del partido decidan a quién voto, si voy a votar por él o no.
Joe Biden es la única persona que ha vencido a Donald Trump y lo hará de nuevo. También defiende cosas que son muy importantes para mí, como una economía que funcione para todos, no solo para los de arriba, derechos básicos como el derecho al aborto, que está siendo realmente atacado en este país ahora mismo”.
Con información de El País.
Marvelis Padrón