Venezuela: ¡En el corazón del arco minero del Orinoco, el Oro es la moneda reina!
CURIOSIDADES
Actualmente, en el corazón del arco minero del Orinoco, en el estado Bolívar, al sur de Venezuela, se desafía lo convencional, en esa área, el oro no solamente es un metal precioso; también se ha convertido, en «la moneda» que mueve la economía, en esa parte del territorio. Increíblemente, el pago con oro e incluso plata, ya estuvo en práctica en Venezuela.
En el estado Bolívar, donde miles de habitantes trabajan en las minas de oro, el precioso metal es la moneda oficial. Desde la gasolina, hasta una cerveza fría, todo se paga con el polvo dorado. En el supermercado, incluso las compras cotidianas, como una docena de huevos, se pesan en gramos de oro. Un gramo de oro, equivalente a 68 dólares, es el precio de la vida diaria en este lugar único de Venezuela.
Esta práctica, de pagar con oro, no se limita a este supermercado, sino que se extiende como una forma de intercambio común en toda esta zona. ¿Te imaginas pagar tus compras con polvo de oro? En este peculiar supermercado, la realidad supera la ficción.
El pago con oro e incluso plata, ya estuvo en práctica en Venezuela.
Algunos lo leerán incrédulos, pero las monedas antiguas de Venezuela eran de Oro y de Plata, con la característica que ninguna de esas monedas tenían valor nominal, es decir, ninguna de ellas señala valores de Bs. 1, 2, 5, 20, 50, 100, sus acuñaciones señalaban solo su peso en gramos, bien sea de oro o de plata y la cantidad por ley que de oro y plata que posee la moneda con mezcla de otros metales.
El Bolívar fue una moneda tan fuerte y poderosa que era referente de cambio en todo el mundo como el dólar estadounidense o la libra esterlina, se podían realizar operaciones mercantiles en todo el mundo con bolívares.
Pero lo increíble es que el Bolívar como moneda en su valor nominal era superior al valor en oro o plata que la respectiva moneda tenía como referente nominal, es decir, la moneda venezolana de circulación de oro con mayor valor nominal fue la de Bs. 100, conocida como Pachano.
Esta moneda de oro llegó a ser “falsificada” por unos verdaderos artesanos en España, tan casi perfecta es la moneda que únicamente es detectada que no es un Pachano original porque no se sostiene sobre su canto, pero es similar en peso y proporción de oro que tiene; de hecho, su valor histórico numismático es superior al del Pachano original por su rareza. Imagínense lo fuerte que fue el Bolívar para soportar que falsifiquen una moneda de oro cuyo valor nominal en bolívares era superior a su valor en peso… Este es el mejor país del mundo.
Cien bolívares en oro…¿por qué un Pachano?
Cuando el general Antonio Guzmán Blanco fungía como ministro plenipotenciario de Venezuela ante varios gobiernos europeos, firmó un convenio en Londres con Miguel Tejera para la instalación de una nueva casa de la moneda en Caracas. Corría el año 1885.
Al poco tiempo, Guzmán Blanco fue nombrado presidente de los Estados Unidos de Venezuela para el período constitucional 1886 a 1888, tomando posesión del cargo el 27 de agosto de 1886, por lo que se hicieron todos los preparativos para que el nuevo magistrado nacional inaugurara la Casa de la Moneda, que se emplazó en la Avenida Norte 4, N° 48, en la antigua Calle del Comercio, en una casona de dos pisos y, que con el paso del tiempo se popularizó como Esquina del Cuño, nombre que aún conserva
Según las crónicas, la materia prima dispuesta sería el oro extraído de las minas de Guayana, y para tal fin, se le otorgó la concesión a la empresa francesa C. A. La Monnaie, que era afín al grupo de negocios de los hermanos Péreire, cuyo contrato se validó por 20 años, en donde estipulaba que la nueva fábrica debía acuñar cuatro millones de bolívares en oro y plata.
Tras la renuncia de Adolfo Ernst, quien desempeñó el cargo por pocos días, el General Jacinto Regino Pachano, militar y político nacido en La Vela de Coro, estado Falcón, el 22 de abril de 1835, quien además era escritor; fue nombrado Inspector Nacional en la Casa de la Moneda. Sus funciones eran, entre otras, controlar debidamente la actividad del cuño, así como firmar las actas de acuñación de la institución para así poder colocar en circulación las monedas.
La primera moneda que se acuñó fue una pieza de 100 bolívares en oro, ley 900, con un peso de 32,2 gramos y un diámetro de 35 mm, que el propio Inspector Nacional, el Gral. Jacinto Regino Pachano, le obsequió al presidente de la República, este al recibirla exclamó: “¡Qué bueno, Pachano!”, lo que dio origen al nombre de “pachanos” con que han sido denominadas comúnmente estas monedas. Luego Guzmán Blanco destinó esa moneda al Museo Nacional.
En su libro Monedas Venezolanas, Mercedes Carlota de Pardo, fundadora de la Colección Numismática del Banco Central de Venezuela, relata que, luego de una serie de encuentros y desencuentros entre el Gobierno nacional y la compañía francesa La Monnaie, el 28 de junio de 1889 se clausuró definitivamente la Casa de la Moneda de Caracas, última fábrica de este tipo en la ciudad capital. La vida operativa de esta fábrica fue de apenas 33 meses. Finalizó sus labores después de una última acuñación de 6.200 pachanos, cuyo oro había sido remitido por la C.A. Minera Nacional El Callao.
Tiene impresa la efigie del Libertador y Escudo de Armas de la República
Fue acordado que, para esta primera moneda de oro, (Pachano), “se imprimirá en su adverso la efigie del Libertador Simón Bolívar, mirando a la derecha. En el reverso se grabará el Escudo de Armas de la República y el año de acuñación”.
Como dato revelador, la autora de Monedas Venezolanas, precisa que se acuñaron 87.429 pachanos, entre 1886 y 1889, siendo los de 1886 los más buscados por coleccionistas, debido a que en ese año solo se produjeron 4.250 piezas.
Trabajo Especial: Claudia Gutiérrez Fotos y video Cortesía
Marvelis Padrón