Venezuela hace cola en espera por las vacunas
México, Chile, Costa Rica y Argentina ya tienen dosis. Gobierno asegura que vacunación masiva arrancará en abril. En el país, 120 personas han recibido la vacuna rusa Sputnik V en fase experimental.
Nervios, emoción, esperanza. Con una mezcla de sentimientos, Latinoamérica comenzó el jueves 24 de diciembre el proceso de vacunación contra el covid-19 en México y Costa Rica; Chile lo hizo dos días después y Argentina, que ya recobió dosis, iniciará este martes 29-D la inmunización. En este contexto, Venezuela hace cola. De momento está confirmado que será en abril cuando comience la vacunación masiva.
Aunque Puerto Rico en su condición de Estado libre asociado de EE UU ya ha inmunizado desde la semana pasada a miles de personas con las vacunas de Pfizer y, posteriormente, con las de la biotecnológica Moderna, México se convirtió oficialmente en el primer país de la región en recibir el medicamento y comenzar a utilizarlo.
Más al Caribe, en Venezuela, el ministro de Salud, Carlos Alvarado, destacó en una entrevista reciente que la principal meta del Gobierno venezolano para 2021 es la vacuna contra el covid-19, “la vacuna ya está en el mundo producida, ya hay 176 en el mundo, 61 en fase III experimentándose en grupos grandes de población, tres ya tienen aprobación y se producirán de manera masiva”, agregó que en Venezuela 120 personas ya han recibido la vacuna, “para abril se colocará masivamente tras la aprobación de las autoridades”, ratificó.
La espera será larga para los venezolanos que verán cómo los vecinos, incluso Colombia, donde la xenófoba Administración Duque ha dicho que en febrero de 2021 comenzará la vacunación masiva, pero no habrá dosis para los venezolanos que no estén en condición migratoria regular, algo así como 800 mil connacionales que debieron partir en medio de la voraz crisis que azota al país.
En noviembre pasado, el director de Emergencias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Ciro Ugarte, aseguró que Venezuela no podrá adquirir vacunas ni otros insumos a través del Fondo Rotatorio de ese organismo debido a que acumula una deuda aproximada de 11 millones de dólares.
De esa forma, el país tendrá un escollo más para adquirir una eventual vacuna contra el coronavirus, pues además de ofrecer líneas de crédito a países que así lo requieren, el Fondo Rotatorio permite acceder a otros suministros médicos esenciales a precios inferiores a los del mercado.
En este sentido, el titular de la Salud denunció que por las sanciones de Estados Unidos no se ha podido traer vacunas al país, “hemos estado en conversaciones para la vacuna rusa y la vacuna china, ofrecimos colocar 19 millones de dólares para pagar el Fondo Cova y no hemos podido hacerlo por el bloqueo, con esto se resolvería el pago del fondo para adquirir la vacuna”.
Sin acceso al Fondo Rotatorio, Venezuela tendrá que comprar las vacunas y tratamientos a precios internacionales, lo que –en plena contracción económica y con falta de ingresos petroleros– podría acentuar la emergencia y hará más difícil contrarrestar la pandemia y otras epidemias como el VIH, la malaria, la difteria y el sarampión.
Precisamente en las arenas políticas, tampoco ha habido un atisbo de acuerdo entre el Gobierno y la oposición venezolana para destrabar el tema de la adquisición de vacunas.
El economista Francisco Rodríguez lo ha planteado en estos términos: “Maduro controla el territorio. Guaidó controla las cuentas en el exterior y la capacidad de contratar con empresas estadounidenses y europeas. Un acuerdo entre ellos es necesario para vacunar al país”.
En este sentido, la pasada semana, el médico infectólogo Julio Castro, asesor de la Comisión de Expertos de la Salud de la Asamblea Nacional (AN), aseguró que actores humanitarios y equipos técnicos hacen esfuerzos por traer a Venezuela vacunas contra el covid-19.
Sin ofrecer mayores detalles explicó, a través de su cuenta twitter, que “equipos técnicos y humanitarios están buscando opciones de entrada a mecanismos para vacuna anticovid-19 para Venezuela, esto implica acciones financieras, políticas y diplomáticas complejas que se están haciendo en un marco de #vacunasparatodos“.
Mientras en el continente y en Venezuela, en concreto, la segunda ola de la pandemia avanza vorazmente, la diferencia es que el país afronta su avance sin vacunas a la vista todavía. “Tenemos que estar preparados para un rebrote, teníamos una situación sostenida que se incrementó en la segunda semana de diciembre. En vista de los rebrotes en Colombia y Brasil se han presentado, es normal que vayamos a tener alguno acá, sumado a la cantidad de personas que salieron a la calle en diciembre”, dijo este domingo 27-D el ministro Alvarado durante su participación en un programa en VTV.
Los números oficiales de Venezuela, que en modo alguno reflejan el subregistro que la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales ubica entre 66% y 93%, sitúa el número de contagios de Venezuela en 112.316 contagios registrados de covid-19, justo cuando se cumplen 287 días desde que se detectaron los primeros casos de esta pandemia en el país.
Oficialmente, Venezuela tendría un total de 1.014 fallecidos, uno de los saldos más bajos del mundo en cuanto a muertos por esta pandemia que se ha cobrado la vida de casi 1,8 millones de personas.
Nada hace presumir hasta ahora que no debamos esperar hasta abril para arrancar la vacunación masiva en el país, el propio Nicolás Maduro ha dicho que usarán las vacunas de Rusia, China y las de Cuba cuando estas dos últimas estén listas para aplicarse a amplios grupos de la población.
Aunque en principio el Gobierno chavista mostró interés por la vacuna que desarrollan la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, después solo hablaron de los productos rusos, chinos y cubanos.
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