17 de diciembre se conmemora un año más del fallecimiento del "Libertador de América" Simón Bolívar - Standard Digital News | Noticias de Maracaibo Venezuela y el Mundo

17 de diciembre se conmemora un año más del fallecimiento del “Libertador de América” Simón Bolívar

En Venezuela, cada 17 de diciembre se conmemora un año más del fallecimiento del máximo héroe de nuestra independencia : Simón Bolívar. La muerte de Simón Bolívar se produjo en la ciudad colombiana de Santa Marta el 17 de diciembre de 1830

“Glorioso capitán navegando hacia Angostura con la cara mojada por el padre Rio, jamas en la historia de la patria hubo tantos borrones sobre un papel escrito, y el amor por el pueblo llevado a tanta altura”

“Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”. Nacido en Caracas el 24 de julio de 1783, hijo del coronel Juan Vicente Bolívar y Ponte y de Concepción Palacios Blanco, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, o simplemente Simón Bolívar, iba a convertirse en uno de los personajes más importantes en la historia del inicio de las repúblicas en Sudamérica. Por eso, hoy 17 de diciembre se le recuerda y se conmemora los 193 años de su fallecimiento.

Bolívar tuvo como vocación ser militar. Por ello, sin haber cumplido los 14 años, en 1797, se enlistó en el batallón de milicias de Blancos de los Valles de Aragua. Al año siguiente, siendo todavía muy joven, fue promovido a subteniente. A la par de su formación, plenamente castrense, también se instruía con materias como las matemáticas o el dibujo topográfico. Cursos que, por esos años, también se relacionaba con lo militar.

El ‘Libertador de América’ pasó años en Europa, donde se empapó de las ideas políticas y sociales de la época en el Viejo Continente. Además, compartió con grandes científicos y pensadores de la época. El 19 de abril de 1810 lo nombran comisionada del Gobierno británico. Tras ello, retorna a su país y se posiciona rápidamente como una de las principales figuras que pedían fervientemente la independencia y, conforme a ello, tuvo un rol importante en las campañas militares que le sirvieron para que sus hazañas sean conocidas como la ‘Campaña Admirable’ y él pase a ser conocido como libertador.

Durante 20 años, Bolívar enfrentó sin descanso al ejército realista y contribuyó de manera directa con la liberación de países como Venezuela, Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia. Sin duda, su importancia en el continente es todavía rememorada en fechas como la de su deceso.

En el ámbito político fue simultáneamente presidente de Gran Colombia (hoy Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador), Perú y Bolivia, pero poco después, su segundo al mando, Antonio José de Sucre, fue nombrado presidente de Bolivia.

La llegada de Simón Bolívar a Santa Marta obedece a un desvío no programado en su itinerario de viaje en el cual debió llegar a Cartagena de Indias, pero debido a un agravamiento de su estado de salud su séquito se vio obligado a realizar una pausa en Santa Marta para no empeorar el ya delicado estado de Bolívar.

A su llegada en horas de la noche el general fue recibido de manera cordial por la población local, actitud que generó grata impresión en su séquito, dado que había rumores de que los lugareños tenían aversión a Bolívar. Allí, luego de ser presentados por el general colombiano Mariano Montilla, Bolívar tuvo la oportunidad de conocer a quien sería su médico de cabecera, el cirujano de guerra colombiano nacido en Normandía, Francia, Alejandro Próspero Révérend. Luego de mantener una conversación en francés con el galeno, Bolívar le transmitió las buenas referencias que tenía de él, y que pese a ser bastante reticente a la medicina confiaba en que sería su nuevo médico, quien era trece años menor, el encargado de propiciar una pronta mejoría mediante el uso de todo el conocimiento y tratamientos médicos disponibles en la zona y la época.

En primera instancia el pronóstico médico realizado por el doctor no fue nada alentador, dado que tras interrogar al general sobre su padecimiento éste le puso al tanto sobre el poco cuidado y desinterés que había tenido respecto al tratamiento de su enfermedad, por lo que tras reunirse con el doctor Mac Night, cirujano del barco de guerra norteamericano Grampus, el cual escoltó al general en la última parte de su viaje por el río Magdalena, con el fin de obtener una segunda opinión médica, se llegó a un común acuerdo sobre qué tratamiento seguir respecto a la enfermedad diagnosticada a Bolívar.

En un inicio el general fue hospedado en la Casa de Aduanas, antigua sede del consulado español ubicada en el centro de la ciudad, pero a instancias de su médico de cabecera y de un antiguo amigo, fiel a la causa independentista, el español nacido en Cádiz, Andalucía, Joaquín de Mier, decidió que el general necesitaba un traslado a un sitio más tranquilo, por lo que este último cedió su hacienda ubicada en San Pedro Alejandrino a las afueras de la ciudad, a la vez que puso a su disposición todas sus instalaciones y servidumbre.

La llegada a la Quinta de San Pedro Alejandrino se realizó el 6 de diciembre, en una berlina tirada a caballo en un viaje que tardó más de lo habitual ya que el estado de salud del General no permitía viajes con mucho movimiento.

Con el transcurso de los días y ante un pronóstico médico poco favorable, los miembros de su séquito instaron a Alejandro Próspero Révérend de informar al general de la gravedad de su estado de salud con el fin de que fuese preparando todos los asuntos legales de relevancia e instrucciones de cómo proceder en caso de su muerte, por lo que, luego de un fallido intento debido a que Bolívar entró en cólera al momento de insinuarle la realización de estos procedimientos, y posteriormente terminar siendo convencido por su médico, el 10 de diciembre en horas de la noche, estando presentes los generales colombianos Mariano Montilla, José María Carreño y José Laurencio Silva, el dueño de la casa, varios amigos de Bolívar y el notario Catalino Noguera, tuvo lugar uno de los hechos más simbólicos de estos acontecimientos: la redacción de su testamento y posteriormente de la última proclama dirigida a los Colombianos, donde Simón Bolívar da una visión personal del estado político de Colombia, de su tristeza, de sus medidas para apaciguar las rebeliones y de la esperanza que tiene en la continuidad de la confederación.

“Colombianos: Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.

Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.”

El 16 de diciembre se vio marcado por la máxima y más grave manifestación de los síntomas de la enfermedad padecida por Bolívar, los cuales empezaron a presentarse a finales de la mañana teniendo su momento más álgido en horas de la noche, estos eventos generaron una extrema preocupación en su médico, la cual expresa en los últimos dos boletines expedidos este día:

BOLETÍN NÚMERO 30:

S. E. va siempre declinando, y si vuelven las fuerzas vitales a sobresalir alguna vez, es para decaerse un rato después; finalmente, es la lucha extrema de la vida con la muerte. El vejigatorio de la nuca ha purgado bastante, pero los que se pusieron anoche en las pantorrillas han hecho muy poco efecto. Los orines se han suprimido. Siguen siempre las frotaciones espirituosas en los extremos, las bebidas antiespasmódicas, unturas emolientes, y lavativas. Sagú cada dos horas. Diciembre 16, a la una de la tarde.

BOLETÍN NÚMERO 31:Todos los síntomas de la enfermedad de S. E. han vuelto a exasperarse; además se le ha notado otro síntoma malo, y es que ha echado orines ensangrentados. La respiración es más trabajosa, y apenas han purgado los vejigatorios, principalmente los de las pantorrillas. Frotaciones espirituosas en los extremos, antiespasmódicos al interior, etc. Sagú por alimento. Diciembre 16, a las nueve de la noch

A las nueve de la mañana el doctor Alejandro Próspero Révérend fue cuestionado por el general Mariano Montilla sobre el estado de salud de Bolívar, éste le informó del funesto pronóstico lo cual aumentó considerablemente la preocupación en el séquito de Simón Bolívar. Tras una breve ausencia del médico debido al cumplimiento de un favor pedido por el general Mariano Montilla de hacer una visita al obispo de Santa Marta, quien se encontraba enfermo, y siempre rodeado de la constante angustia de no poder regresar a tiempo y asistir al general si se presentaba su muerte, el regreso del médico se produjo antes del mediodía y tras realizar nuevamente la evaluación del progreso del general, quien ya no hablaba sino de manera confusa, sólo sirvió de confirmación al peor pronóstico.

Tras el paso de una mañana marcada por el constante desvanecimiento de los signos vitales y pasado el mediodía, el silencio del salón principal de la casa, el cual estaba ocupado por los edecanes, la cúpula militar del Ejército Patriota y los amigos más íntimos de Bolívar, se vio interrumpido por las palabras de su médico Alejandro Próspero Révérend, quien los invitó a pasar a la habitación contigua si querían presenciar los últimos momentos del héroe venezolano. Rodeado de su séquito, y tras una larga pero calmada agonía, Simón Bolívar falleció a la una de la tarde con tres minutos y cincuenta y cinco segundos del viernes 17 de diciembre de 1830.

El 17 de diciembre de 1830, y con apenas 47 años, Simón Bolívar falleció. Sobre las causas de su muerte se especula que tuvo tuberculosis o tifoidea. Sin embargo, no se conoce con exactitud que ocasionó el fallecimiento del ‘Libertador de América’, quien pasó sus últimos días en la quinta de San Pedro Alejandrino, Santa Marta, Colombia.

Las ideas de Simón Bolívar están en plena vigencia, es por ellos que debemos sentirnos orgulloso que Dios nos halla bendecido dándole esta nacionalidad a un gran hombre que, vivió y murió para enseñarnos como hacer una Patria Grande.

Con información de fuentes diversas/ fotos cortesia

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