Abuso y maltrato a los «Envejecientes»
OPINION: Dr. Mayobanex Torres Veras
Médico familiar y geriatra
Tenemos un día de las madres, un día del padre, el día de los enamorados o de la amistad, el día árbol, el día de la tierra, etc., etc., etc. Pero mucha gente no sabe que también tenemos el día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se celebra el 15 de junio de cada año, según la designación de la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 66/127.
El objetivo de esta designación, es que este día del año se tome para que todos expresemos nuestro rechazo a los abusos y sufrimientos a los que son sometidos muchos adultos mayores en el planeta.
La Organización Mundial de la Salud establece que en los países en vías de desarrollo una persona adulta mayor es la que tiene 60 años, mientras que en un país desarrollado, es alguien a los 65 años y define el maltrato como “la acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza y la cual produce daño o angustia a una persona anciana”.
Este abuso o maltrato se puede manifestar en forma de violencia o abuso físico, abuso psicológico o emocional, abuso sexual, abuso económico o financiera, o como negligencia y abandono, causando daños o sufrimiento. Es importante saber que aproximadamente en el 60% de los incidentes de abuso y abandono de personas mayores, el perpetrador es un miembro de la familia y de estos, dos tercios de los perpetradores son hijos adultos o cónyuges.
Este abuso de personas mayores es un problema social silencioso que afecta la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo, por lo que merece atención urgente tanto a nivel familiar y social como gubernamental. En estadounidenses, solamente, sufren abusos alrededor de unos cinco millones de mayores de 60 años cada año y se estima que solo uno de cada 24 casos de abuso se denuncia a las autoridades. Y, se estima que las pérdidas anuales de las víctimas de abuso financiero ascienden a unos 36,500 millones de dólares, además de que este problema les roba la dignidad, la seguridad y, en algunos casos, la vida a los envejecientes.
Para erradicar esta problemática es necesario que se eliminen los estereotipos y los estigmas sobre el envejecimiento y que se propicien dinámicas familiares sanas que permitan construir puentes intergeneracionales que nos lleven a eliminar y prevenir el maltrato en la vejez. Urge fomentar una cultura de respeto hacia nuestros adultos mayores a fin de que se les garantice una atención integral y se protejan sus derechos
tales como:
- La igualdad y la no discriminación por razones de edad.
- La vida y la dignidad en la vejez.
- La independencia y la autonomía.
- La participación e integración comunitaria.
- La seguridad y una vida sin ningún tipo de violencia.
- El no ser sometidos a tortura ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
- El brindar consentimiento libre e informado en el ámbito de la salud.
- La libertad personal, de expresión y de opinión; y el acceso a la información.
- El derecho a la nacionalidad y a la libertad de circulación.
- A la privacidad y a la intimidad.
- A la seguridad social; al trabajo; a la salud; a la educación; a la cultura; a la recreación, al esparcimiento y a los deportes; a la propiedad; a la vivienda; a un medio ambiente sano y a la libertad de reunión y asociación.
- Concienticemos a todos los miembros de la familia, a nuestra comunidad y a nuestro país para que así podamos proteger a nuestros envejecientes del ABUSO Y LA NEGLIGENCIA y le devolvamos con creces todas las cosas buenas que ellos han hecho y que nos han suplido en sus años de vida.
“AGREGUEMOS UN POCO MÁS DE CALIDAD DE VIDA A SUS AÑOS”, ELLOS SE LO MERECEN
Artículo de Opinión / Foto portada cortesia
Marvelis Padrón