Casa Santa Marta, el hotel del Vaticano que aloja a los Cardenales que asisten al cónclave - Standard Digital News | Noticias de Maracaibo Venezuela y el Mundo

Casa Santa Marta, el hotel del Vaticano que aloja a los Cardenales que asisten al cónclave

Un lugar al servicio de la historia: la residencia donde vivió el papa Francisco albergará en completo aislamiento a los purpurados que elegirán al próximo pontífice

A escasos metros de la majestuosa Basílica de San Pedro se alza la Casa Santa Marta, la residencia vaticana que se transforma, una vez más, en un discreto punto focal, de uno de los momentos más trascendentales para la Iglesia católica: el cónclave para la elección del nuevo papa.

Esta residencia moderna de cinco plantas, donde vivió el papa Francisco hasta su fallecimiento el pasado 21 de abril, ofrece 105 suites de dos estancias y 26 habitaciones individuales.

Conocida oficialmente como Domus Sanctae Marthae, fue construida en 1996 por el papa Juan Pablo II con la finalidad de proporcionar un lugar de alojamiento para los cardenales y prelados que visitaban Roma, especialmente durante el Cónclave.

El edificio actual no está lejos de la ‘puerta de Perugino’, que en un principio se construyó para los enfermos de cólera en la epidemia que azotó Roma en 1881 bajo el pontificado de León XIII. Unas seis décadas más tarde, Pio XII lo utilizó para esconder a judíos prófugos durante la Segunda Guerra Mundial.

A ella se accede descendiendo por una escalera: es decir, el ingreso donde se encuentra la conserjería está en un subsuelo. Como el edificio está en la colina Vaticana, por medio de esta escalera queda zanjado el desnivel natural de la pendiente de la geografía. Allí trabajan unas 70 personas.

La conserjería es un espacio simple y sencillo, con un mostrador del que se abre un gran pasillo. Al final del mismo, a mano izquierda, se encuentra la capilla “Santa Marta” y a la derecha el ingreso al comedor del hotel.

Aunque diseñada con el confort en mente –con salones, una amplia capilla y un comedor tipo autoservicio – su papel durante el cónclave es bien distinto: ofrecer comodidad, sí, pero también garantizar el aislamiento absoluto de los cardenales.

De acuerdo con la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II, se retiran de las habitaciones todos los dispositivos electrónicos, radios y televisores. La normativa busca preservar el carácter confidencial y espiritual del proceso, libre de interferencias externas.

Para esta ocasión histórica, en la que se reunirán 133 cardenales electores –la cifra más alta jamás registrada-, se ha habilitado una residencia adicional adyacente, dado que Santa Marta no cuenta con habitaciones suficientes para todos. Las habitaciones, modestas pero funcionales, se asignarán por sorteo el día antes del inicio del cónclave.

La logística está meticulosamente organizada. Cada mañana, los cardenales se trasladarán en autobuses -o a pie, si así lo desean- desde Santa Marta hasta la Capilla Sixtina, recorriendo un trayecto que bordea la basílica, pasa por la iglesia de San Esteban de los Abisinios y cruza el Arco de San Dámaso hasta llegar al Palacio Apostólico.

Casa Santa Marta, que alguna vez fue hospicio para religiosos y refugio para diplomáticos durante la Segunda Guerra Mundial, vuelve a ponerse al servicio de la historia. Esta vez, no para alojar al papa reinante, sino para cobijar, en silencio y recogimiento, a quienes deberán discernir y elegir a su sucesor.

Con información de agencias fotos cortesia

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