Presidente Maduro recibe espaldarazo diplomático en Cumbre Sudamericana en Brasilia
Lula ha abierto el encuentro con el reconocimiento de un fracaso: “En la región, dejamos que las ideologías nos dividieran e interrumpieran el esfuerzo de integración”
Concluyó la primera reunión de la Cumbre Regional sobre Cooperación Sur-Sur de América Latina y el Caribe, este martes, en Brasilia, convocada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, con el respaldo diplomático al mandatario Nicolás Maduro.
El objeto del encuentro ha sido la integración sudamericana. Lula, que con medio siglo de política a la espalda es el decano de los presidentes del cono sur, quiere que sus homólogos y él dejen de lado sus innegables diferencias ideológicas, cooperen más y busquen una mecanismo para actuar en bloque ante los desafíos globales y locales. Como estaba previsto, solo ha faltado la presidenta peruana Dina Boluarte.
Lula ha abierto el encuentro con el reconocimiento de un fracaso: “En la región, dejamos que las ideologías nos dividieran e interrumpieran el esfuerzo de integración. Abandonamos los canales de diálogo y los mecanismos de cooperación y, con eso, perdimos todos”. Por eso, ha animado a sus colegas a renovar “el compromiso con la integración sudamericana” antes de proclamar que “ningún país puede hacer frente solo a las amenazas sistémicas actuales. Solo actuando juntos lograremos superarlas”.
El primer encuentro del presidente Maduro con los otros 10 mandatarios y el representante de Perú se ha celebrado a puerta cerrada. No ha sido tan acrítico como el recibimiento que le dispensó el lunes el anfitrión en vista de la intervención en la cumbre del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, que él mismo ha retransmitido en Instagram.
“Quedé sorprendido cuando se habló [en la cumbre Lula-Maduro de la víspera] de que lo que ocurre en Venezuela es una narrativa”, ha confesado en referencia a las palabras del brasileño. El uruguayo ha llamado la atención sobre algunos de los altos principios incluidos en la declaración final del encuentro de presidentes, que estaba en fase de negociación: “Cuando pongamos la firma, no tenemos [todos los presentes] la misma definición, que creo que es una, la de la Real Academia Española, de lo que son el respeto a las instituciones, los derechos humanos y la democracia”.
El mandatario y líder de la izquierda brasileña ha sido muy criticado en su país —donde venció las elecciones con un proyecto de defensa de la democracia — por defender que las acusaciones de autoritarismo o falta de democracia son parte de una narrativa enemiga.
El colombiano Gustavo Petro es el único que ha hablado con la prensa al llegar a Itamaraty. “América Latina debe tener una voz unificada porque tiene una gran potencialidad. Tiene en su propio territorio varias de las soluciones importantes a la crisis integran de la humanidad”, ha dicho Petro, que, fiel a la fama que le precede, ha llegado el último al palacio acristalado de Itamaraty, sede del Ministerio de Exteriores. Desde sus ventanales se vislumbra el corazón de la democracia brasileña que hace cinco meses sufrió el asalto violento de miles de bolsonaristas.
Fuente: El País
Marvelis Padrón