Qué es la “materia oscura” de los alimentos y por qué puede ayudar en la prevención del cáncer - Standard Digital News | Noticias de Maracaibo Venezuela y el Mundo

Qué es la “materia oscura” de los alimentos y por qué puede ayudar en la prevención del cáncer

“El ajo es bueno para la salud”.

Esta es una frase que se dice desde hace cientos de años y que seguramente has escuchado. Sin embargo, es mucho más reciente la comprensión por parte de la ciencia de cómo el ajo es bueno para la salud. Para ello, fue necesario descifrar su composición química.

El compuesto alicina, por ejemplo, inhibe la proliferación de células que propagan el cáncer de colon y también es responsable del aroma del ajo recién rallado. La luteolina, por otro lado, tiene propiedades que ayudan a prevenir el cáncer y las enfermedades cardíacas, según algunos estudios.

En cada alimento que comemos hay decenas de miles de otras estructuras bioquímicas de las que se necesita explorar sus características y potencial.

Estamos acostumbrados a escuchar sobre proteínas, azúcar, grasas, calorías, vitaminas, pero aproximadamente el 99% de lo que componen nuestros alimentos es prácticamente desconocido.

La inmensidad a explorar en el conjunto de factores nutricionales se ha comparado con la “materia oscura” del universo, la sustancia invisible y poco conocida que impregna el espacio y representa el 80% de toda la materia del cosmos.

El término apareció vinculado al contexto alimentario a finales de 2019, en un artículo publicado en la revista científica Nature, firmado por los científicos Albert-László Barabási, Giulia Menichetti y Joseph Loscalzo, de las universidades de Harvard y Northeastern, en Estados Unidos.

En ese momento, la encuesta citó 26.625 elementos alimenticios catalogados en la base de datos más grande de su tipo en el mundo, la canadiense FooDB.

Actualmente, ese número es de 70.926, y con cada descubrimiento la lista se expande. Pero el trabajo de los tres científicos ahora incluye otros bancos además de FooDB, y su registro ya supera los astronómicos 135.000 componentes nutricionales.

Solo una pequeña fracción (había 150 en 2019) de este total ya tiene establecida información como la concentración química y sus efectos.

El caso de la carne con ajo

El desafío de entender qué es exactamente una dieta saludable va más allá de comprender mejor los compuestos nutricionales: también reside en la compleja cadena química de nuestro cuerpo, la influencia de las enzimas, el metabolismo y los procesos en la microbiota intestinal.

Imagina a alguien que coma carne sazonada con ajo.

Las moléculas de carne roja pasan por un proceso metabólico en el intestino y de conversión en el hígado que vuelca una sustancia en el cuerpo llamada N-óxido de trimetilamina o TMAO.

Los científicos han descubierto que los pacientes cardíacos tienen cuatro veces más probabilidades de morir por cualquier causa si tienen niveles altos de TMAO en la sangre.

Si la carne se consume con ajo, la alicina del condimento puede bloquear la producción de una forma anterior de TMAO, la TMA.

Con el problema resuelto en su origen, los niveles de TMAO permanecen más bajos en el torrente sanguíneo.

Pero comer carne con ajo no es garantía contra los ataques cardíacos. También es necesario considerar las condiciones de temperatura de la preparación y, en el caso de productos con un alto nivel de industrialización, la influencia de las toxinas agregadas en los procesos de producción, conservación y envasado.

 

“Dieta del equilibrio – La mejor dieta anticáncer”, “la ciencia sabe que las verduras, legumbres y frutas tienen muchos factores antioxidantes y esto conducirá a una mayor protección del organismo y la mejora del sistema inmunológico”.

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Explica que “todos los días las células se dividen de forma errónea, pero no todo el mundo va a tener cáncer. Porque el sistema inmunológico te protege. Pero un sistema inmunológico comprometido no funcionará y eso está asociado con una mala alimentación, con la baja ingesta de frutas”.

la vida moderna te lleva a consumir formas más calóricas y con menos fibra. La fibra requiere más tiempo para masticar. La gente come en pocos minutos frente a la computadora, frente al televisor, alimentos ultraprocesados ​​con muchas calorías y mucha grasa”.

“La fibra estimula el tracto gastrointestinal, con una menor absorción de grasa. Si tus intestinos no funcionan bien, tienes más inflamación local, lo que aumenta el riesgo de cáncer en el tracto gastrointestinal”, dice.

Como recuerda Michael Bronstein, del equipo del Imperial College de Londres que utiliza inteligencia artificial para establecer la relación entre la “materia oscura” nutricional y los posibles tratamientos para enfermedades, “la dieta es quizás el factor más importante para modificar el riesgo de desarrollar cáncer”.

“Eso es lo que nos anima a observar más de cerca lo que comemos”.

Fuente La Patilla/ BBC Mundo

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